Rumasa: Creación Y Expropiación

Rumasa (Ruiz Mateos Sociedad Anónima) es un gran conglomerado familiar de empresas cuya propiedad pertenece a la familia Ruiz Mateos. José María Ruiz-Mateos comenzó su carrera empresarial siendo muy joven, exportando vino a Inglaterra

Rumasa en la actualidad no existe, se ha reestructurado en un nuevo grupo empresarial denominado “Nueva Rumasa”.

Rumasa fue expropiada por el gobierno español en 1983. El grupo Rumasa, en el momento de ser expropiada, estaba constituido por 700 empresas, con una plantilla que alcanzaba las 65.000 personas, facturando unos 350.000 millones de pesetas (más de 2.000 millones de euros) anuales. Por lo que podemos imaginarnos su importancia. Tras la expropiación fue reprivatizada por partes.

La participación en Rumasa era aún más amplia que la de Nueva Rumasa, presentándose entre otros en los siguientes sectores

→ Banca: Banco Atlántico, Eurobank,Banco de Jerez...
→ Hostelería: Cadena hostelera “Hotasa”
→ Producción vinícola: Bodegas Patermina, Garvey.
→ Grandes almacenes: Galerias Preciados
→ Tiendas de lujo: Loewe
→ Educación:Colegio Izarra

En febrero de 1983, el Consejo de Ministros del Gobierno de España decretó la expropiación forzosa del grupo.

El gobierno usó la expropiación, en lugar de una intervención limitada a los bancos, por la complejidad del entramado del grupo y al no considerar los problemas como coyunturales, sino estructurales. Entre las razones aducidas estaban la utilidad pública e interés social, la defensa de la estabilidad del sistema financiero y de los intereses legítimos de los depositantes y trabajadores, y finalmente el respeto de los derechos de los accionistas mediante el pago por sus acciones.



En todo el proceso de expropiación destacó la figura del antiguo ministro de Economía y Hacienda: Miguel Boyer. Afirmó en 1997 que: “la expropiación de Rumasa no fue una medida sancionadora o punitiva contra Ruiz-Mateos por unos presuntos delitos que hubieran correspondido a los tribunales depurar. Fue una medida de política económica, con la que se quiso evitar la crisis total de un grupo en quiebra, que, en las difíciles circunstancias de 1983, nos pareció que podría tener unas consecuencias muy graves”

Se produjo un gran levantamiento social por confrontación entre estas dos figuras sociales.


Varias teorías conspirativas se montaron en torno al problema, el estado alegó riesgo de quiebra en la empresa pero también existe también una teoría que afirma que la pertenencia de Ruiz Mateos al Opus Dei, y el supuesto control que este grupo católico y el PP ejercía sobre Rumasa, podrían haber motivado al Gobierno a realizar la intervención, ante el temor de que el grupo fuera utilizado para condicionar negativamente a la economía española, provocando así una eventual caída del Gobierno.